La calidez que aporta la madera ha hecho que siempre haya sido un material empleado para revestir los suelos. En los últimos tiempos, además, ha ganado terreno gracias a los sistemas de instalación flotantes, disponibles en diversos materiales y acabados, desde la chapa natural hasta laminados sintéticos, capaces de imitar a la perfección el aspecto de la madera natural con un nivel de resistencia al desgaste muy alto.
La tarima maciza, hecha a partir de maderas nobles, no es una de las opciones mas elegantes, aunque también la mas cara. A pesar de que existen algunos modelos de instalación flotante, su montaje suele realizarse mediante rastreles, guias de madera a las que se atornillan las tablas. Las tarimas se presentan barnizadas, tratadas al aceite, o incluso decapadas para imitar un suelo antiguo. El parque flotante multicapa de madera natural, que a ido desbancado al encolado, suele estar integrado con un contrachapado central sobre el que se fija una cara de madera noble superficial, lo que aporta estabilidad dimensional y reduce su precio.
Una de las ventajas que ofrecen los suelos de madera es la posibilidad de instalarlos sobre el pavimento ya existente, sin necesidad de eliminarlo, aunque en ocasiones es necesario retocar la altura de las puertas.
LOS SUELOS CERÁMICOS .
Al igual que ocurre con la madera, los suelos cerámicos han evolucionado para buscar el equilibrio perfecto entre estética y funcionalidad.
Cerámica de tendencia.
Versátil: Algunos suelos permiten insertar entre las baldosas materiales como el vidrio o el acero inox. para crear un efecto decorativo.
Rústico: El barro cocido, tradicionalmente poroso, es tratado hoy con procesos antimanchas que hacen su limpieza mas fácil.
Cálido: Los suelos pétreos no solo imitan al detalle a la madera, sino que también reproducen la forma de las lamas de los parqués.
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