Los baúles y arcones tienen su origen en las grandes cajas que antaño usaban los viajeros para transportar una gran infinidad de objetos. El hecho de que haya llegado hasta nuestros días sin perder su forma original podría interpretarse como que su utilidad es indiscutible. Además, los baúles constituyen en la actualidad un elemento decorativo muy apreciado y de gran versatilidad.
Los más pequeños se pueden utilizar como mesita de noche o como mueble de apoyo para una lámpara de sobremesas. Los medianos son más prácticos como mesita de centro, aunque si se prefiere dedicarlos a guardar ropa de cama o ropa de abrigo, es mejor uno de grandes dimensiones.
Pueden ubicarse delante de la cama, normalmente confeccionados de materiales más ligeros, como el mimbre; o en un recibidor, como mesa de arrimo.
Los baúles y arcones se fabrican en distintos materiales. Antiguamente eran de madera o de latón, para resistir posibles desperfectos en los viajes. Pero en la actualidad pueden ser de materiales delicados, como las fibras naturales, el mimbre, las cañas de bambú,etc.. Incluso los hay de cuero y de madera muy ligera forrada con alguna tela.
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