miércoles, 15 de julio de 2009

GUSTAV KLIMT I

Un reafinadísimo contexto cultural, enriquecido por la intersección y la confluencia de las principales disciplinas artísticas, en particular música, literatura y pintura, así como arquitectura, artes decorativas y diseño industrial, sirve de fondo a la evolución pictórica de Gustav Klimt (1862-1918) y a la imperceptible pero inexorable agonía de una concepción político-social de tradición milenaria.

La Viena de finales de siglo es una de las capitales más vivaces y fascinantes de Europa, caracterizada por la presencia de tradiciones culturales muy diferenciadas y por un hedonismo existencial despreocupado y al mismo tiempo trágico.

Fuente: Libro : El retrato (obras maestras entre el retrato y la eternidad)

No hay comentarios: