Dicen que la primera impresión es la que cuenta. Si trasladásemos esta teoría a nuestro hogar, el recibidor sería el encargado de describir nuestro estilo en un primer golpe de vista. De los muebles, objetos y accesorios que nuestros invitados encuentren al cruzar el umbral, dependerá en gran medida la imagen que causemos. En este sentido, el orden, la limpieza y la armonía deben reinar en el espacio que sirve de carta de presentación de nuestro hábitat.
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