MODOS DE ALUMBRADO

En la actualidad, se dispone de una extensa variedad de soluciones para diseñar un alumbrado diverso y suficiente en cada estancia de la vivienda.
Los elementos de iluminación que se encuentran en el mercado están concebidos para cumplir cuatro modos principales de alumbrado: el alumbrado directo, el indirecto, el mixto y el difuso. Combinándolos adecuadamente en las distintas estancias de la vivienda, se puede crear una iluminación armoniosa y efectiva que permita llevar a termino todo tipo de actividades, a la vez que realza el diseño y decoración el hogar.

ALUMBRADO DIRECTO
En este caso, la luz va dirigida directamente desde la fuente luminosa, la luminaria, a al superficie que debe iluminar, dejando el resto en penumbra.
Este tipo de luz se utiliza como iluminación puntual de áreas de actividad o de objetos concretos que se desean resaltar.
Debe tener en cuenta que las luminarias que producen luz indirecta han de situarse fuera del campo de visión habitual, para evitar el deslumbramiento.

ALUMBRADO INDIRECTO
La luz va dirigida a las paredes o al techo y, de ahí, se recibe por reflexión.
La luz indirecta suele utilizarse para la iluminación general de una estancia, originando escasas sombras y contrastes. Pero debe usted tener en cuenta que un alumbrado indirecto sera insuficiente para desarrollar actividades que requieran una buena iluminación, como leer o escribir.
Las lamparas, consideradas como fuentes de luz indirecta, están insertadas e luminarias que las ocultan a la visión directa, y que en consecuencia producen una luz difusa y uniforme.

ALUMBRADO MIXTO
El alumbrado mixto es, como su nombre indica, el resultado de las luminarias en las que una parte de la luz llega directamente o indirectamente.
Se denomina iluminación semidirecta cuando se trata de un alumbrado en el que es mayor la proporción de la luz de luz directa, e iluminación semiindirecta cuando la mayor proporción corresponde a la luz reflejada.

ALUMBRADO DIFUSO

El alumbrado difuso se consigue por medio de luminarias que difunden la luz en todas las direcciones, procurando una iluminación prácticamente homogénea en toda la estancia. Los rayos luminosos emitidos por por estas fuentes de luz se filtran mediante cristal opalizado u otros materiales traslucidos que son los que producen la difusión. La iluminación con tubos fluorescentes es un ejemplo claro de alumbrado difuso.