lunes, 6 de octubre de 2008

LAMPARAS FLUORESCENTES

Las lamparas llamadas fluorescentes producen luz a través de la activación de la sustancia fluorescente que recubre la parte interior de la ampolla de vidrio.
Durante mucho tiempo, y debido a su alumbrado pálido y constante parpadeo, las lamparas fluorescentes solo se utilizaban en algunos lugares, como aparcamientos y oficinas. Pero, en la actualidad, la lampara fluorescente es la que da un mejor rendimiento y una luz comparable a la de una de tipo incandescente estándar.
Su duración se estima aproximadamente sobre ellas 8000 horas y, por el ahorro energético que representan, se utilizan cada vez mas en todas las aplicaciones.
Una lampara fluorescente consta de los siguientes elementos: una ampolla, una base y elementos interiores a la ampolla.
En el caso de las luminarias fluorescentes, la forma de la ampolla es tubular, si bien este tubo puede ser lineal, circular, en forma de herradura, etc.
La ampolla es de cristal, y éste se halla recubierto interiormente por una sustancia especial de propiedades fluorescentes. El acabado tiene un aspecto blanco y translúcido.
El fluorescente está provisto de dos bases por las que se une al portalamparas. Estos suelen ser de espiga, parecidos a los que vemos en algunas lamparas de incandescencia; también hay algunos fluorescentes con rosca E-27.
En el interior de la ampolla se encuentran dos electrodos que, al ser atravesados por una descarga eléctrica, producen luz.

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