Un estante es un plafón que, situado en el armario en posición horizontal, crea un abase para poder almacenar objetos. Este plafón puede ser fijo, es decir, que su posición dentro del armario es inalterable o bien móvil: hacia arriba y abajo, o hacia afuera.
- Los estantes pueden colocarse más arriba o más abajo para dejar más o menos espacio encima de ellos para colocar objetos. Si se elige esta opción, en los plafones verticales del armario, es decir, en los laterales, existen unos pequeños agujeros cada 5 o 10 cm, para poner unas clavijas de quita y pon, que soportan el estante. Este sistema permite distribuir los estantes con la separación que el usuario requiera, según los objetos que deba colocar.
- Al igual que los cajones, los estantes pueden ser extraíbles mediante guías. Esta opción se encuentra con frecuencia en los armarios contenedores de ropa, donde los estantes desempeñan la función de camiseros.
Los estantes son una buena opción para guardar los objetos que se utilizan con más frecuencia, ya que éstos quedan más a mano, sobre todo si los estantes son vistos, sin puertas. Tienen la ventaja de permitir guardar objetos de distintas dimenciones y que éstos sean de rápida localización. Su inconveniente es que queda muy expuestos al polvo, sobre todo si son abiertos .
Otro inconveniente que presentan es que, si el estante es profundo y no extraíble, puede ser dificultoso el alcance de algunos objetos colocados al fondo.
Los estantes son elementos que pueden ir totalmente independientes, es decir, sin ninguna estructura que los limite. Así pues, podemos encontrar plafones horizontales colgados de la pared, totalmente independientes de una estructura lateral que los limite. Esta opción permite crear ambientes de líneas simples y actuales.
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