LOS SIGLOS XIX Y XX

Según diversos historiadores, fue el conservadurismo natural de las clases altas lo que les impidió adoptar nuevas tecnologías, como las relacionadas con la fontanería.Todavía quedaban aristócratas ingleses que preferían que les llevaran sus bañeras portátiles al dormitorio, delante de la chimenea.Para ellos, la práctica de compartir un cuarto de baño, que podían utilizar otras personas,les parecía burda e inaceptable.
La mayor parte de las casas no tenían un suministro de agua corriente central el agua había que traerla a mano desde un pozo,o subirla mediante una bomba, generalmente situada en la cocina.
Es decir, que el motivo de la lentitud con que se introdujo esta tecnología en las casas fue la falta de una demanda efectiva. A los tapiceros (los primeros profesionales que desempeñaron funciones de decorador) les interesaba la moda, a los arquitectos la estética y, en consecuencia, sus ideas de confort y de comodidad eran limitadas.En cuanto al propietario de la casa, aceptaba el consejo de sus técnicos.Sin embargo, la lentitud de su incorporación en las viviendas no significaba que la tecnología no avanzara.Finalmente fue aceptada,desarrollandose y generalizándose su aplicaciónen el presente siglo.