LOS REFUGIOS
Como ya hemos comentado, desde los orígenes de la humanidad el hombre, como animal que es, ha tenido necesidad de resguardarse de las inclemencias del tiempo y de las posibles agresiones del resto de especies. Por este hecho, la vivienda propiamente dicha aparece como un elemento básico en las actividades humanas.
En los orígenes de la especie humana se practicaban continuos cambios de residencia y las viviendas eran siempre de carácter temporal, ya que las necesidades primarias, como comer o evitar el frío, exigían un movimiento continuo hasta la búsqueda de mejores condiciones de vida.
Partiendo de esta base, la primera vivienda se limitaba a un espacio cerrado en el que las entradas y las posibles diferenciaciones de espacio eran las impuestas por el propio lugar. Se podrían catalogar dentro de este grupo las cuevas, las primeras cabañas o los refugios hechos con ramas entrelazadas y, por último, las tiendas, construidas con una estructura de ramas recubierta con las pieles de los animales cazados, por regla general con una sola entrada y sin diferenciación de espacios en su interior.
Las tiendas y los refugios tienen en común la facilidad con la que pueden ser habilitados y desmontados; las cuevas, al ser de carácter natural, eran igualmente fáciles de ocupar y desocupar.
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